La Biblia nos presenta una serie de hechos o comportamientos que experimentaron los discipulos de Jesucristo, los cuales hoy en día nos impresionan y nos hacen reflexionar por qué muchos cristianos no los experimentan. Estos son:
Estas experiencias no fueron el resultado de la casualidad, sino que fueron provocadas por la existencia de una serie de condiciones que fueron desarrolladas espiritualmente en los díscipulos.
Ron Benett, en su libro: “Haga discípulos intencionalmente: El cultivo de la madurez espiritual en la iglesia local”, presenta un interesante planteamiento sobre el desarrollo espiritual, indicando cuatro campos o áreas en las cuales debemos poner atención para alcanzar el desarrollo espiritual. Estas son:
Un discípulo procurará desarrollarse en éstos cuatro campos. Aunque algunos campos pueden representar más difícultades y llevan más tiempo en desarrollarse que otros, el proceso de formación de los discipulos debe ponerle atención a estos cuatro razgos que en conjunto integran el perfil del discipulo.
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