LA ORACIÓN POR LOS DISCÍPULOS

POR: Ricardo Salazar
junio 30, 2022

La oración para encomendar a los discípulos

La noche previa a que Jesucristo fuera arrestado y crucificado, el Evangelio de Juan registra una de las oraciones más poderosas de la Biblia: Jesús orando por sus discípulos (Juan 17).  Posiblemente usted no le haya prestado atención en su tiempo de lectura, pero siervos piadosos de Dios se han referido a esta impactante porción:

  • Martín Lutero dijo: "En verdad esta oración es sumamente conmovedora y entrañable. Nos abre la parte más íntima de Su corazón, tanto en cuanto a nosotros, como en cuanto al Padre. Es tan sincera y tan simple. Es tan profunda, tan rica, y tan amplia, que nadie puede sondear sus profundidades".
  • Felipe Melanchton, otro reformista dijo: "No hay ninguna voz que jamás haya sido oída en el cielo ni en la tierra, que sea más exaltada, más santa, más fructífera, más sublime, que la oración ofrecida por el Hijo de Dios mismo."
  • La esposa de Juan Knox le pregunto qué porción deseaba escuchar en su lecho de muerte, y respondió Knox: "¿De qué parte de la Biblia quieres que te lea? Él contestó: "Lee en el capítulo 17 del evangelio de Juan, donde por primera vez eché mi ancla". 

De cara a nuestra misión de formar y multiplicar discípulos, debemos dedicar un momento para reflexionar en los motivos de oración de Jesucristo por sus discípulos, y retomarlos en nuestros tiempos de oración. 

La hora ha llegado

Jesucristo mantenía una conexión con Dios que le permitía reconocer los tiempos y acontecimientos importantes. En Juan 17:1-5, vemos a Jesucristo entregando y dando cuentas del ministerio que había recibido de Dios. Jesucristo tenía la potestad para dar vida eterna, mediante el conocimiento de Dios. Esta autoridad la utilizó para glorificar a Dios.

Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; 2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. 3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. 4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. 5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.” Juan 17:1-5

Hoy en día, los discípulos de Jesucristo debemos tener presente que también llegará la hora donde daremos cuenta: ¿Qué hemos hecho con la autoridad delegada por Dios? ¿A quién estamos presentado? ¿Quién se lleva la gloria de nuestras acciones? ¿Qué nos motiva servir en el Reino de Dios? Estas preguntas deben tener respuestas claras y alineadas a los propósitos de Dios y no a los nuestros. Que satisfactorio será que llegada la hora, podamos dar cuentas a Dios y poder decirle: “Padre, misión cumplida”

Motivo de oración: pida en todo momento conocer y cumplir la voluntad de Dios, motivado en que Dios sea glorificado. 

Tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra.

Un segundo punto a resaltar es que los discípulos son de Jesucristo y los recibimos para que conozcan a Dios (Juan 17:6-10). Nuestros esfuerzos deben ser motivados en compartir a Dios. Nunca debemos pretender hacerlos nuestros propios seguidores. Todos somos seguidores de Dios. 

6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. 7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; 8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, 10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.“  Juan 17:6-10

Una vez recibamos a los discípulos de Jesucristo, debemos prestar atención en que guarden la palabra de Dios. Compartir la vivencia y experiencia de aplicar las enseñanzas de Dios es clave en este proceso. Ser un ejemplo, nunca un tropiezo. Debemos facilitarles que conozcan y confíen en Dios, así como también nosotros lo hemos hecho. Enfocarnos en que ellos deben de conocer al Dios verdadero. 

Motivo de oración: pida que pueda enseñarles a los discípulos de Jesucristo a conocer y guardar la palabra de Dios, reconociendo que Dios nos los ha entregado.

Guárdalos en tu nombre

Un tercer motivo de oración tiene que ver con que Dios guarde a los discípulos de Jesucristo, en un mundo que los aborrece y los desconoce. Note que los discípulos son enviados por Dios para cumplir un gran propósito, debiendo superar toda oposición, dificultad o limitante. Jesucristo estuvo pendiente de sus discípulos: “…ninguno se perdió, salvo el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera” (Juan 17:12). Pero tengamos presente que los discípulos logran cumplir la misión, cuando son santificados en la verdad de Dios. 

"11 Y ya no estoy en el mundo; mas estos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. 12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. 13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. 14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. 19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.” Juan 17:6-10

Los discípulos cumplen la misión de presentar a Dios por medio de Jesucristo, pero esto no los excluye de pasar por momentos de dificultades, posiblemente experimenten la necesidad y el dolor en diferentes ámbitos de su vida. No debe sorprendernos que el mundo se oponga, Jesucristo ya nos lo advierte. Así que debemos estar pendientes de cuidar y animar a los discípulos; ellos deben perseverar en los caminos de Dios, teniendo presente que deben ser santificados. 

La santificación se refiere a ser apartados para vivir y agradar a Dios. La santificación es más que un distintivo, sino una protección provista por Dios: “17 Santifícalos en tu vedad; tu palabra es verdad” Juan 17:17.  Jesucristo afirmó en el evangelio de Juan: “32y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” Juan 8:32. ¿Usted está santificado en Dios? ¿Cómo está instruyendo a otros a ser santificados en Dios? Esto no debe faltar en los discípulos de Jesucristo. 

Motivo de oración: pida que los discípulos sean santificados en la verdad de Dios, reconociendo que Dios los ha enviado a cumplir una misión en nuestro mundo. 

Que todos sean uno

Un cuarto motivo de oración tiene que ver con la unidad de los discípulos de Jesucristo (Juan 17:20-23). Los discípulos pueden venir de todas partes, con diferentes historias y experiencias, pero Dios desea que sean uno en Dios. Así como Jesucristo estuvo ligado con Dios, podemos llegar a tener una unidad de todos los discípulos de Jesucristo en Dios. 

20 Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.” Juan 17:20-23

Ser fuertes en la unidad con Dios, nos permitirá evitar los efectos devastadores de la división y del conflicto; un cáncer que hoy en día sigue afectando a la iglesia. Por el contrario, la unidad nos permite integrar recursos, complementar esfuerzos, y ser simplemente más fuertes para extender el Reino de Dios en este mundo. 

El apóstol Pablo enseña la necesidad de la unidad en el cuerpo de Jesucristo: “4Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, 5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.” Romanos 12:4-5. ¿Qué estamos haciendo para la unidad del cuerpo de Jesucristo? ¿Cómo estamos instruyendo a unidad a los discípulos? ¿Somos parte del problema o del conflicto? Que Dios nos ilumine para ser mansos y humildes en todo momento.  

Motivo de oración: pida que los discípulos sean unidos en Dios, reconociendo que integramos el cuerpo de Jesucristo. 

Que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos

Finalmente, deseamos resaltar el valor del amor de Dios en la fe cristiana y en la vida de los discípulos (Juan 17:24-26). Al final de todo este esfuerzo, todo tiene que ver con compartir el amor de Dios. Jesucristo nos llama a compartir el amor de Dios, el cual no es conocido por el mundo. Note que con esta petición cierra su oración Jesucristo.

El amor nace y se nutre de la conexión con Dios, por eso Jesucristo pide que los discípulos tengan también esa misma conexión con Dios. No hay nada más hermoso que compartir el amor de Dios: eso que hemos recibido por gracia y misericordia; y ponerlo a disposición de otros que también lo necesitan. 

24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. 25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. 26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.” Juan 17:24-26

Más allá de los grandes templos, los espectaculares eventos cristianos y estructurados sermones, debemos tener presente que el amor no debe faltar en la iglesia. En el Evangelio de Juan, Jesucristo lo dijo claro: “35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.” Juan 13:35. Los discípulos de Jesucristo son los llamados a ser portadores del amor de Dios. Que bien si tenemos una envidiable infraestructura en nuestra iglesia, una excelente organización en nuestros eventos y una gran preparación ministerial en nuestros sermones, pero lo que nunca debe faltar es el amor de Dios en los discípulos de Jesucristo en nuestra iglesia.

Motivo de oración: pida que los discípulos tengan el amor de Dios, reconociendo que la fuente de amor proviene de estar en contacto con Dios. 

Este es el tiempo

Hemos compartido 5 motivos de oración, que nacieron en el corazón de Jesucristo y fueron presentados al Padre Celestial. Por tanto, le hago el llamado a estar orando permanentemente por cada motivo, que se haga una realidad en su vida, en las vidas de las personas que está discipulando para Jesucristo y en aquellas que serán tocadas por Dios para emprender este hermoso caminar del discipulado en el futuro. La Gran Comisión es una realidad!!!

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